Mantenimiento Centrado en Confiabilidad: Una Gestión RCM

El Mantenimiento Centrado en Confiabilidad, más conocido como RCM (por sus siglas en inglés «Reliability Centred Maintenance»), es una estrategia con alto prestigio que ayuda a elaborar planes de mantenimiento a nivel corporativo con el fin de optimizar el programa de mantenimiento de una empresa y asegurando que se lleven a cabo de manera eficiente, rentable, confiable y segura.

Inicialmente fue ideada para el sector de aviación, superando los resultados más adecuados para la seguridad de la navegación aérea. Luego se pasó al campo militar y un tiempo después al industrial, tras comprobarse vez tras vez los excelentes resultados que había dado en el campo aéreo.

Esta metodología incluye todo tipo de tareas de mantenimiento (preventivo, predictivo, búsqueda de fallas, inspecciones no destructivas, entre otros), así como desarrolla programas organizados que se basan en la confiabilidad de los equipos asegurando que la confiabilidad original e inherente se mantenga.

El RCM también puede ser utilizado para establecer un marco de referencia por el cual se analice el riesgo de los equipos (benchmarking), clasificando la importancia de componentes importantes para el mantenimiento y detectando áreas de oportunidad de mejora en el mantenimiento de equipos complejos.

Mantenimiento Centrado en Confiabilidad

Del mismo modo, un programa RCM efectivo documenta todo el proceso a lo largo del ciclo de vida del sistema, equipo o componente para cada activo en la instalación pues el propósito de RCM es garantizar que las tareas de mantenimiento e inspección se centren en mejorar la confiabilidad y seguridad del equipo.

Ventajas de implementar un «Mantenimiento Centrado en Confiabilidad»

Dentro de las ventajas que presenta utilizar este gestor de planes de mantenimiento está el aumento de disponibilidad de tiempo y la reducción de los costos de mantenimiento y recursos en tu empresa.

Los principios básicos por los que se rige el RCM, que además son críticos para su funcionamiento, son:

  1. Preservar la función del sistema como objetivo principal.
  2. Identificar modos de falla que pueden afectar la función del sistema.
  3. Priorizar los modos de falla.
  4. Seleccionar tareas aplicables y efectivas para controlar los modos de falla.

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Criterios para desarrollar una estrategia de Mantenimiento RCM

Existen 7 criterios que te permiten implementar el RCM de manera efectiva y eficiente, estos son necesarios para el buen desarrollo de esta estrategia en tu empresa.

Tras haber seleccionado los activos que deseas, las 7 preguntas que debes formular para cada activo son:

1. ¿Cuáles son las funciones y estándares de rendimiento deseados de cada activo?

Esta pregunta tiene como objeto identificar las diferentes funciones que tiene el sistema con el fin de satisfacer las necesidades del cliente y cumplir con los objetivos comerciales mientras están al día con las regulaciones ambientales y gubernamentales.

2. ¿Cómo puede cada activo dejar de cumplir sus funciones?

Este criterio tiene en cuenta los posibles modos de falla que tienen los distintos activos del sistema, siendo los más frecuentes el modo de fatiga y el de entornos operativos extremos.

3. ¿Cuáles son los modos de falla para cada falla funcional?

Este componente busca determinar la causa de las fallas ya descritas en el criterio anterior con el fin de definir las formas en las que el sistema puede tener errores.

4. ¿Qué causa cada uno de los modos de falla?

En este paso es menester evaluar los posibles efectos que puede tener una falla en términos de calidad de productos, producción y procesos operativos, así como la pérdida de producción, las paradas imprevistas y los altos costos de reparación de equipos deberían ser factores motivadores para implementar un programa RCM sólido y efectivo.

5. ¿Cuáles son las consecuencias de cada falla?

Este paso responde al modo en el que la falla representa una amenaza para la seguridad de los operadores y el medio ambiente, cómo afectaría los procesos de producción y operativos, pero también la condición física del equipo.

6. ¿Qué se puede y/o se debe hacer para predecir o prevenir cada falla?

Esta pregunta trae a casa el punto del mantenimiento centrado en la confiabilidad. El objetivo de este paso es decidir las tareas de mantenimiento más efectivas y rentables para realizar y programar con qué frecuencia estas tareas deben realizarse

7. ¿Qué se debe hacer si no se puede determinar una tarea proactiva adecuada?

En los casos en que los trabajo de mantenimiento no puedan preservar la función de un activo, se recomiendo reemplazar o rediseñar dicho activo. La opción más eficiente cuando un producto está llegando al final de su vida útil es dejarlo funcionar hasta que falle y comprar con anterioridad un nuevo activo para eliminar el tiempo de inactividad.

Conclusión

Pudiendo concluir entonces que el RCM puede resultar una herramienta óptima con los lineamientos adecuados que determinen su utilidad y funcionalidad, permitiendo reducir los costos y el gasto de recursos de tu empresa.

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