Lo primero que convendría analizar serían los diferentes tipos de Benchmarking, entre los cuales se encuentran el Interno, el Competitivo, el Funcional y el Genérico; los cuales, aunque puedan sonar distinto, tienen una finalidad común, hacer que los managers miren fuera de su compañía o departamento y concentren su atención en mejorar su operación de forma apalancada.

Interno

Es aquel que generalmente compara dos métricas dentro de tu organización, por ejemplo, podrías comparar las órdenes de trabajo de la mañana con las de la tarde. 

Para llevarlo a cabo, primero se necesita identificar un departamento que presente un mejor desempeño que los demás en cualquier aspecto y de esta manera poder realizar un benchmark y que sus buenos procesos se transmitan a los demás departamentos internos de la compañía.

Este es el tipo de Benchmarking menos costoso, ya que no se necesitan tantos recursos para obtener la información, la cual es suministrada dentro de la misma empresa e idealmente en un solo software si cuentas con un CMMS. 

Competitivo

Este es el tipo más habitual que se realiza y que debes realizar si tu meta es alcanzar las mejores prácticas en tu industria.

Consiste en comparar de manera directa las prácticas de tus principales competidores con las de tu empresa, con el objetivo de analizar los puntos débiles que posees y mejorar tus procesos y funciones para ser más competitivo.

Por ejemplo, la planta A podría comparar todos sus KPIs de mantenimiento de motores y cumplimiento con los KPIs de la planta B.

Sin embargo, la obtención de la información puede ser un inconveniente, ya que la competencia no estará dispuesta a colaborar contigo para entregar la información de su propia empresa, por lo tanto, la recopilación de los datos necesarios empleará más recursos y al final generará un costo más elevado.

Funcional

Este tipo, también llamado Benchmarking estratégico, consiste en identificar las mejores estrategias y prácticas empresariales de compañías líderes en sectores que no son competidores directos de tu empresa.

Este tipo de Benchmarking es muy eficiente y productivo porque al tratarse con compañías que no son competidoras directas la información necesaria generalmente es suministrada sin ningún problema de confidencialidad, lo que reduce en gran medida los costos.

Por ejemplo, un hotel podría comparar sus KPIs de check-in con los de una agencia de alquiler de autos, lo cual compararía la misma función en una industria distinta. Otro ejemplo sería el analizar cómo una tienda cómo Amazon maneja el recojo de los productos en sus almacenes con cómo los técnicos de mantenimiento en tu departamento encuentran piezas de repuesto. 

Genérico

Con este, comparas los KPIs para funciones que son distintas pero que tienen una relación porque son el mismo concepto básico. Lo que llevaría a una compañía de taxis a analizar los procesos de una ambulancia. Los taxis y las ambulancias son muy diferentes, y la gente los usa por razones muy distintas, pero ambos servicios se basan en trasladar a la gente de un punto a otro.

Una de las ventajas del apalancamiento tipo genérico es que es más fácil acercarse a otras empresas. Son tan distintas a tu industria que no se sentirán para nada amenazados. Pero esa distancia también significa que es más difícil encontrar un modelo adecuado. Además, como estás mirando a compañías muy alejadas de tu industria, es más difícil saber quién es el mejor de su clase.

Beneficios del Benchmarking para Mantenimiento

Algunos de los beneficios que posee ejecutar un proceso de benchmarking en tu empresa son los siguientes:

1. Mejora tu posicionamiento en el área al que lo apliques
2. Aumentas el conocimiento de las mejores prácticas
3. Implementas mejoras eficientes de manera continua en tus estrategias operacionales
4. Puedes conocer a profundidad las formulas efectivas de tus competidores directos
5. Amplias el conocimiento de tu propia empresa
6. Identificas errores en áreas que deben mejorar
7. Reduces costos y pérdidas

Conclusión

El benchmarking puede servir como una herramienta que te ayuda a alcanzar un mejor desempeño en tu gestión de mantenimiento. Si se realiza constantemente puede permitirte identificar las prácticas empresariales que tengan más sentido para los líderes del mercado, con el fin de que tu empresa permanezca en constante competitividad, mejora continua e innovación.

En el ámbito de la gestión de mantenimiento permite obtener un mejor uso de los recursos de repuestos y personal.

A diferencia del Everest, no hay una cima a la que vayas a alcanzar y te toque parar en cuanto al benchmarking, será un proceso que te permitirá seguir iterando con los tiempos siempre hacia una mejor operación.